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Arquitectos: Luciano Lerner Basso
- Área: 99 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Luciano Basso, Alcindo Dedavid
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Urubici es una pequeña ciudad ubicada en las tierras altas del estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil. Una región caracterizada por hermosos paisajes y un clima templado, que atrae a una gran cantidad de turistas en busca de tranquilidad y contacto con la naturaleza. En este contexto, desarrollamos el proyecto de una pequeña casa de fin de semana que pudiera albergar cómodamente a una pareja y, eventualmente, servir como fuente de ingresos para alquileres a corto plazo, como en Airbnb. La topografía, la vegetación y la orientación (tanto solar como hacia la mejor vista) fueron las directrices iniciales del proyecto. Implantada en una generosa área de tierras, con más de 20 mil metros cuadrados, caracterizada por una topografía bastante accidentada y por un hermoso bosque de araucarias (una especie de pino brasileño amenazado de extinción), la casa fue diseñada para que sus formas no intentaran competir con la belleza de tan perfecta naturaleza.
En dos movimientos, proponemos Arquitectura: un muro de contención construido con piedras extraídas del propio terreno, con el objetivo de uniformizar la topografía y crear una especie de podio para la morada. Sobre esta base, apoyamos un prisma rectangular en concreto aparente. Una composición de formas simples que, a nuestra manera, rinde homenaje a la racionalidad y honestidad constructiva del modernismo heroico. El resultado es una construcción que se fusiona con el paisaje como una roca que surgió del suelo natural y fue tallada por el hombre. La textura del concreto lleva las marcas de su encofrado, remitiendo, al mismo tiempo, a la vernacularidad de las cabañas de madera de la región y relacionándose fuertemente con la arquitectura contemporánea brasileña.contemporânea brasileira.
Internamente, el gris del concreto contrasta con el verde del paisaje y con el calor del suelo de madera de reforestación. Un gran panel de vidrio ininterrumpido ocupa uno de los lados de la casa, disolviendo las barreras entre el interior y el exterior, haciendo que la casa no sea solo un mirador para la naturaleza, sino parte de ella. Una Arquitectura que expande el entorno y se expande a través de él, donde la vida doméstica se desarrolla naturalmente dentro y fuera de los espacios construidos. Una pequeña morada donde la simplificación formal y la uniformidad táctil conducen a una complejidad sensorial; complejidad y contradicción que revelan la humanidad detrás de este proyecto: el deseo de tener la Arquitectura como catalizador de momentos de felicidad que equilibren las adversidades de la vida cotidiana.